ASDRUBAL ROMERO – El nerviosismo y la premura con la que el CNE procedió a proclamar, me permite suponer, con legítima razón, que el fraude sí se produjo
ASDRUBAL ROMERO – El nerviosismo y la premura con la que el CNE procedió a proclamar, me permite suponer, con legítima razón, que el fraude sí se produjo