Un deterioro lento y progresivo del aparato económico, así como de la capacidad del Estado para atender las necesidades básicas de la población, pone en peligro la supervivencia de los venezolanos, especialmente del 51% que forma parte de los estratos en mayor pobreza.
La peor secuela de la escasez
EL DESNUTRICION QUE ACOMPAÑA AL HAMBRE*
El venezolano come menos y come mal. En el menú criollo quedaron desplazados rubros que eran comunes como los granos y los huevos.